Guía para un embarazo saludable: hábitos que marcan la diferencia
Descubre hábitos esenciales para un embarazo saludable: alimentación, higiene oral y controles prenatales.

El embarazo es una etapa de cambios tanto físicos como emocionales, pero también es un momento que requiere especial atención al cuidado y a la creación de entornos protectores. Las mujeres y personas con capacidad para gestar deben contar con información clara y accesible que les permita adoptar hábitos saludables que fortalezcan su bienestar y el del bebé que está por llegar.
A continuación, te compartimos aspectos clave para vivir una gestación saludable, evitando complicaciones y fortaleciendo tu salud y la de tu bebé.
Higiene Oral
Durante el embarazo, los cambios hormonales pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades en encías y dientes. Por eso, mantener una adecuada higiene oral es fundamental.
¿Qué debes hacer?
-- Usa seda dental diariamente para remover la placa bacteriana entre los dientes.
-- Cepilla tus dientes y lengua al menos dos veces al día, especialmente después de comer y antes de dormir.
-- Utiliza crema dental con flúor para fortalecer el esmalte dental.
-- Si estás en el primer trimestre y tienes náuseas o vómito, realiza el cepillado suavemente. Puedes complementarlo con enjuague bucal, según indicación del odontólogo.
-- Cambia el cepillo de dientes cada tres meses o antes si está deteriorado.
-- Consulta al odontólogo si presentas sangrado, ardor, quemazón o placas en la boca.
-- Acude mínimo dos veces al odontólogo durante el embarazo.
La aplicación de flúor tópico está recomendada cada seis meses, incluso para adolescentes gestantes. Ayuda a prevenir caries y fortalecer las superficies dentales.
Alimentación y nutrición
Durante la gestación aumentan las necesidades nutricionales, pero esto no significa duplicar las porciones. El objetivo es mantener una alimentación balanceada que aporte todos los nutrientes esenciales para ti y tu bebé.
Recomendaciones clave:
-- Aumenta el consumo de alimentos ricos en hierro y proteínas, como: carne, pollo, cerdo, pescado, vísceras como hígado o pajarilla.
-- Evita la comida rápida, productos de paquete (papas fritas, chitos) y bebidas azucaradas.
-- Come frutas, frutos secos, yogurt, kumis y queso fresco entre comidas para asegurar un buen aporte de calcio y proteínas.
-- El huevo es una excelente fuente de proteína de alta calidad, ideal para el crecimiento del bebé y la recuperación materna.
-- Aumenta el consumo de leguminosas (fríjol, garbanzo, lenteja, arveja) combinadas con cereales como arroz.
Cuidado con los alimentos
-- Lávate las manos con abundante agua y jabón, antes de consumir o manipular un alimento, pues las manos son las principales conductoras de gérmenes que pueden hacerle daño al organismo.
-- Es necesario ingerir alimentos frescos y revisar las fechas de vencimiento de los productos. De lo contrario, se corre el riesgo de sufrir una intoxicación.
-- Verifica el tiempo de almacenamiento o método que se necesita para guardar los alimentos. Es decir, si hay necesidad de conservarlo en el refrigerador, o necesita cierta temperatura. Cuando no necesitan guardarse en la nevera, deben permanecer en lugares limpios, con una ventilación adecuada y protegidos de la humedad.
-- Los utensilios que se utilizan tanto para conservar como para cocinar los alimentos deben estar en perfecto estado y deben mantener una higiene adecuada.
Valoración nutricional
Durante el embarazo debes asistir al menos una vez a consulta con nutrición. Si tienes alguna condición médica, el seguimiento puede ser más frecuente. Allí te harán:
-- Evaluación del estado nutricional con base en peso, talla e índice de masa corporal (IMC).
-- Clasificación según la escala de Atalah: bajo peso, peso adecuado, sobrepeso u obesidad.
-- Un plan alimentario adaptado a tus condiciones de salud, entorno familiar y situación económica.
Mantener una buena nutrición reduce riesgos como preeclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro y bajo peso al nacer.
¡La actividad física también es importante!
La actividad física es un pilar del bienestar durante el embarazo. Ayuda a mantener la salud cardiovascular, controlar el aumento de peso y prepararte para el parto y la recuperación post parto.
¿Qué debes tener en cuenta?
-- Consulta con tu médico antes de comenzar cualquier actividad.
-- Realiza ejercicios suaves como caminatas, estiramientos, yoga prenatal o actividades acuáticas, si esta dentro de tus posibilidades.
-- Asiste al curso de preparación para la maternidad y paternidad responsable, que incluye componentes de actividad física, salud emocional y lactancia.
-- Acude acompañada a estos espacios, idealmente por la persona que tú elijas como parte de tu red de apoyo.
Controles prenatales (CPN): Clave para una gestación segura
Uno de los hábitos más importantes en el embarazo es la adherencia a los controles prenatales. Estas consultas permiten detectar factores de riesgo, realizar estudios diagnósticos y brindar educación para una maternidad saludable.
¿Qué incluye el control prenatal?
-- Consultas médicas y de enfermería.
-- Evaluación odontológica, nutricional y psicológica.
-- Exámenes de laboratorio y ecografías.
-- Asesoría en lactancia y planificación familiar.
-- Identificación de riesgos físicos, emocionales y sociales.
-- Formulación de micronutrientes y plan de cuidado individualizado.
-- Dirección para la atención del parto.
Acudir regularmente al control prenatal y demás actividades de la ruta materno perinatal, disminuye los riesgos de mortalidad materna y perinatal.
Signos de alarma: ¿Cuándo buscar ayuda urgente?
Es fundamental que tú y tu red de apoyo estén atentos a síntomas que pueden indicar una emergencia. Si presentas alguno de estos signos, acude inmediatamente al servicio de urgencias:
-- Dolor de cabeza persistente.
-- Visión borrosa o con destellos de luz.
-- Percepción de zumbidos o pitidos en los oídos.
-- Fiebre mayor o igual a 38°C.
-- Náuseas y vómito constantes.
-- Dificultad para respirar.
-- Dolor tipo ardor en el estómago.
-- Inflamación en cara, manos o pies.
-- Disminución o ausencia de movimientos del bebé.
-- Dolor abdominal tipo cólico.
-- Salida de liquido, sangre o moco por la vagina.
-- Dolor, ardor o molestia al orinar.
-- Diarrea.
-- Contracciones antes de la fecha de parto.
-- Llanto frecuente, tristeza o pensamientos negativos.
-- Pasarte de la fecha estimada de parto sin signos de inicio.
Si presentas alguno de estos síntomas, acude al servicio de urgencias de manera inmediata.
Cada decisión que tomas durante el embarazo impacta tanto en tu salud como en la del bebé. Por eso, rodearte de personas que te apoyen, informarte y acudir a los servicios de salud son pasos esenciales para vivir esta etapa con bienestar.
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