Construye hábitos alimentarios sanos desde los primeros años de vida
Conoce cómo prevenir la malnutrición desde la infancia y acceder a servicios de salud que respeten tu cultura, prácticas y saberes tradicionales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que llevar una alimentación adecuada a lo largo de toda la vida previene la malnutrición en todas sus formas, así como diversas enfermedades no transmisibles (ENT) como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, obesidad, entre otras.
Pero en la práctica, comer bien se ha vuelto cada vez más difícil. El aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados, la rápida urbanización y los cambios en los estilos de vida han alterado por completo nuestros hábitos alimentarios. Hoy en día, las personas consumen más calorías, grasas saturadas, azúcares y sal, mientras que la ingesta de frutas, verduras, fibra y cereales integrales ha disminuido drásticamente.
¿En qué consiste la alimentación saludable?
Es nutrir al cuerpo de manera adecuada para que funcione correctamente, se mantenga sano y crezca con normalidad.
Esto implica una combinación equilibrada de los siguientes grupos de alimentos:
- Frutas y verduras frescas.
- Cereales integrales (como arroz integral, avena, cebada).
- Legumbres (fríjoles, lentejas, garbanzos).
- Proteínas animales como carnes magras, pescados, aves y huevos.
- Lácteos bajos en grasa.
- Grasas saludables (aceites vegetales como el de oliva, girasol o canola).
Limita:
- Alimentos ultraprocesados (golosinas, gaseosas, paquetes).
- Azúcares libres y bebidas azucaradas.
- Grasas saturadas y trans.
- Sal/sodio en exceso.
Además, una alimentación adecuada debe ajustarse a las necesidades individuales: edad, sexo, nivel de actividad física, estado de salud, cultura y alimentos disponibles en el entorno.
No se trata solo de contar calorías, sino de asegurar calidad y variedad en cada plato, todos los días.
Colombia: desnutrición y exceso de peso
Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) 2015:
- 56,4 % de la población colombiana tiene exceso de peso (sobrepeso u obesidad).
- 30 % de los niños indígenas sufren desnutrición crónica.
- 10 % de los adolescentes están desnutridos y 18 % presentan exceso de peso.
- La desnutrición crónica en menores de 5 años bajó, pero aún afecta a uno de cada diez niños.
Esto refleja la doble carga de la malnutrición: desnutrición en zonas vulnerables y exceso de peso en áreas urbanas y con alto consumo de comida ultraprocesada.
Recomendaciones para la primera infancia
La alimentación durante los primeros años de vida (especialmente de 0 a 2 años) es fundamental para el desarrollo físico, emocional, cognitivo e inmunológico de los niños y niñas. En esta etapa se forman los hábitos alimentarios y se establecen bases que impactarán la salud durante toda la vida.
Lactancia materna
¿Sabes que tienes derecho a la consulta de consejería de lactancia materna en el primer mes de vida de tu bebé? Solicítala a tu IPS Primaria, en esta consulta podrás despejar todas las dudas para que sea una gran experiencia, es un acto de amor propio y hacia tu bebé.
- Durante los primeros seis meses de vida, los bebés deben recibir sólo leche materna, sin agua, jugos, infusiones ni otros alimentos.
- La lactancia materna cubre todas las necesidades nutricionales del bebé y le proporciona defensas naturales contra infecciones y enfermedades.
- Además, fortalece el vínculo emocional entre madre e hijo, promueve el desarrollo del sistema nervioso y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, asma, hipertensión y celiaquía en la adultez.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan que la lactancia continúe hasta los 2 años o más, complementada con otros alimentos desde los 6 meses.
Alimentación complementaria: una transición cuidadosa
- A partir de los seis meses, el bebé ya no obtiene todos los nutrientes sólo de la leche materna, por lo que se deben introducir alimentos complementarios adecuados, variados y seguros.
- Se deben ofrecer todos los grupos alimenticios: frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas, carnes, huevo, leche y aceites vegetales.
- La alimentación debe ser preparada con higiene, sin sal ni azúcar añadida, y en consistencia acorde a la etapa del bebé (papillas, triturados, picados blandos).
- Los alimentos nuevos deben introducirse uno por uno, observando posibles alergias o intolerancias.
Limita:
- Alimentos ultraprocesados (golosinas, gaseosas, paquetes).
- Azúcares libres y bebidas azucaradas.
- Grasas saturadas y grasas trans.
Evita riesgos y fomenta buenos hábitos alimentarios
1- Los adultos deben supervisar siempre la alimentación del niño para evitar atragantamientos.
2- No se deben ofrecer frutos secos, semillas o trozos grandes sin supervisión.
3- Es importante aprender a leer las señales de hambre y saciedad, como:
- Hambre: el bebé chupa su puño, se inquieta, busca el pecho o la cuchara, se emociona al ver comida.
- Saciedad: deja de succionar, gira la cabeza, escupe la comida o juega con ella.
Recuerda: No se debe forzar al niño a comer. Respetar su apetito favorece una relación saludable con la comida y evita problemas alimentarios en el futuro.
Alimentación de 1 a 5 años
Durante esta etapa, los niños y niñas aprenden no solo qué comer, sino cómo comer. Aquí algunas recomendaciones clave:
- Ofrecer varias veces los nuevos alimentos: pueden requerir entre 10 y 12 exposiciones para aceptarlos.
- No forzar a comer ni controlar en exceso las cantidades. Los adultos deciden qué y cuándo ofrecer; los niños deciden cuánto comer.
- Evitar premiar o felicitar por comer. Esto puede generar una relación emocional poco saludable con los alimentos.
- Crear un ambiente tranquilo y positivo durante las comidas, sin gritos ni tensiones.
Alimentación entre los 6 y 11 años
En edad escolar, se consolida el crecimiento y maduran las preferencias alimentarias. Por eso es importante:
- Hacer 5 comidas al día con horarios regulares.
- Planificar las comidas para asegurar variedad y complementar los menús escolares.
- Comer en un lugar fijo, sentado, sin prisa ni distracciones (como pantallas o videojuegos).
- Usar platos y porciones acordes a la edad del niño o niña.
- Conversar durante las comidas, fomentando un ambiente familiar relajado.
Atención en salud con enfoque diferencial
- Si perteneces a una comunidad étnica, indígena, afrodescendiente, raizal, palenquera o ROM, o aplicas otro enfoque diferencial, infórmalo al profesional de salud. Esto permite tener en cuenta tu sistema de creencias, cosmovisión y prácticas culturales.
- Describe tus síntomas y tu estado de salud según tus vivencias y forma de entender el cuerpo y la enfermedad. Esta información es valiosa para que el equipo de salud pueda ajustar el plan de atención a tus necesidades específicas.
- Comenta cuáles son tus prácticas de autocuidado y alimentación en función de tu cultura, así como cualquier tratamiento tradicional que estés usando.
- Si has realizado prácticas tradicionales en tu comunidad, como masajes, tomas, medicina ancestral, amuletos, sobos o rezos, comunícalo abiertamente. Esto ayuda a construir un diálogo intercultural entre tu medicina y la medicina occidental, fomentando un cuidado integral para ti y tu familia.
Recuerde que en EPS Famisanar reconocemos la importancia de las prácticas y saberes acumulados por los médicos ancestrales, taitas, jaibanas, parteras, esto implica conciliar en la toma de decisiones en torno al nacimiento, puerperio y salud del niño, niña y adolescente, lo cual permite un ambiente de diálogo intercultural.
Si deseas acceder a los servicios de salud con enfoque diferencial, te invitamos a comunicarte con tu IPS Primaria para programar tu cita y comenzar el proceso de atención.
Líneas de atención:
EPS Famisanar:
- Línea Amable PBS: 601 307 8069.
- Línea Amable PAC:601 307 8085.
IPS Cafam:
- App Alone: Disponible para Android.
- Página Web: Cafam Citas Médicas.
- Teléfono: 6013077011 opción 1.
IPS Colsubsidio:
- WhatsApp Santiago: +57 3124043993.
- Página Web: Salud Colsubsidio.
- Teléfono: 601 7447525.